Apuestas del sector
Offshore para expandir
las fronteras
Apuestas del sector
La exploración y explotación de los hidrocarburos en la plataforma argentina es otro de los grandes desafíos de la industria.
Entre el 15 y 20% del gas consumido localmente proviene de yacimientos radicados en el Mar Argentino, a pocas de decenas de kilómetros de la costa y a menos de 100 metros de profundidad: son los yacimientos Hidra, Argos, Aries, Carina, Kaus y Vega Pléyade.
La explotación comenzó en 1989 y en la actualidad hay 30 mil pozos activos, cuya operación resultó inobjetable desde el punto de vista técnico y ambiental.
Pero el potencial de una enorme plataforma continental de 6.500.000 Km2 invita a expandir las fronteras de la industria mucho más allá de esos seis yacimientos operativos en la Cuenca Marina Austral.
En 2017 Argentina consiguió ante Naciones Unidas ampliar sus derechos sobre 1.782.000 kilómetros de la plataforma continental con derechos exclusivos.
Hay más espacio disponible para indagar y buenos estímulos para hacerlo.
Argentina tiene la misma conformación geológica que Africa Occidental, continente al que estuvo unida hace 150 millones de años. Desde 2022 se realizaron importantes hallazgos de crudo en el lecho marino de Namibia y Sudárica, parte de un litoral cuya conformación es espejo de la Cuenca Argentina Norte.
En 2018 el Estado Nacional licitó 38 áreas exploratorias costa afuera en aguas profundas y ultra profundas, hasta 4000 metros.
Logró adjudicar trece bloques a compañías de origen nacional y extranjero, que estiman una inversión inicial de USD800 millones para realizar la sísmica y exploración.
Según los resultados exploratorios, las inversiones en esta actividad podrían motorizar entre entre USD5300 millones y USD53.000 por el Bloque CAN1 (Cuenca Argentina Norte) y entre USD5200 y USD36000 para MLO (Cuenca Malvinas Oeste).
Los datos surgen de un informe realizado por la consultora Ecolatina, que descuenta que el gas encontrado se reinyectará y el petróleo se evacuará a través de buques tanque.
En esa simulación la exploración en curso demandaría 2 años y la producción podría extenderse hasta 22.
El plateau de producción –nivel antes del declino-- podría alcanzar de 80 kbbl/d (cada unidad equivale a 1000 barriles por día) en la cuenca que está frente a las costas bonaerenses y 100 kbbl/d para Malvinas Oeste.
Sobre la hipótesis de que el gas encontrado se reinyecta y el petróleo se evacúa a través de buques tanque, la producción petrolera podría incrementarse alrededor de un 15% y las ventas externas más de un 70%.
En el escenario más modesto las exportaciones acumuladas alcanzarían USD35.269 millones. En el más optimista, este monto treparía a USD351.831 millones.
La prevención y mitigación de posibles incidentes es parte esencial del diseño de un proyecto costa afuera.
El cuidado de la fauna comienza identificando las épocas de reproducción, cría y alimentación de cada especie y las normas argentinas impiden realizar tareas exploratorias a menos de 1000 metros del lugar de operación.
El uso de ondas sonoras para la indagatoria sísmica es gradual y de identidad progresiva, para darle a los peces la oportunidad de alejarse: a bordo de los barcos hay avistadores todo el tiempo para divisar la proximidad de algún animal.
Las posibilidad de siniestros en la operación es estadísticamente muy baja y hay estrictos protocolos de seguridad para evitarlos.
Un ejemplo son las válvulas BOP (Blow Out Preventer), concebidas para contener fluidos que emergen a alta presión y duplicadas en los barcos perforadores y plataformas, minimizando al extremo la eventualidad de un escape.
