En el marco de la última cumbre del G20, realizada en Río de Janeiro, los ministros de economía de Argentina, Luis Caputo, y de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, firmaron un memorándum de entendimiento que enmarca el análisis conjunto sobre cómo conectar físicamente los dos países a fin de facilitar la venta del gas local.
 Ese memorándum crea un comité bilateral para evaluar la infraestructura necesaria, sobre el supuesto que a partir del 2025 Argentina despachará un volumen inicial de 2 millones de metros cúbicos diarios, cifra que treparía a 30 millones en 2030.
 Según manifestó públicamente el canciller brasileño, importar gas argentino implica para ese país fortalecer el desarrollo de las industrias de fertilizantes, vidrio, cerámica, petroquímica y otras, con el beneficioso impacto en la generación de empleos y riqueza para esa nación.

El grupo de trabajo bilateral considerará las distintas opciones para que el hidrocarburo argentino pueda abastecer fundamentalmente a la industria paulista y del sur del país vecino. Entre las opciones a analizar está la de aprovechar los ductos que atraviesan Bolivia y conectan físicamente los territorios argentinos y brasileños. También se evaluarán alternativas como construir nuevos cruces por distintos pasos fronterizos directamente desde Argentina. En cualquier opción, es necesario concluir el desarrollo de la infraestructura ya existente en territorio argentino, como el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner o el último del Gasoducto Norte para poder garantizar la llegada del gas desde el sur a los puntos de conexión. La elección de la mejor alternativa supondrá también prever una fórmula para el financiamiento de los emprendimientos involucrados.